14 de diciembre de 2015


Podrías pasar a saludar y quedarte a vivir hasta que me apetezca morirme otra vez.
O simplemente, podrías pasar a llenarnos de arañazos nuevos que lamernos sin pedir perdón, durante horas.

17 de octubre de 2015

Cuando me hablaron de vos, recuerdo que mencionaron que arreglabas las cosas con las manos. Yo lo entendí como una frase hecha, luego me tiré en el sofá. Agarré una cerveza y después un par más.
Me quedé colgada con la música de fondo y la tristeza aparcada. Pensé en vos y había más de cinco motivos, pensé, con la mano levantada.
Hice un índice de nuestro cuento que me hizo levantar el pulgar, simular que todo estaba bien. Volví a anular todos tus recuerdos y lo hice de todo corazón.
Seguíamos paseando en mi cabeza de la mano.
Cuando me volvieron a hablar de vos, yo ya no paraba de hacerlo. Y recuerdo que me escuchaban y no les sorprendía nada mi cara de imbécil al mostrar el resultado de tú inversión en mis noches.
Y seguían hablándome de vos, y las estaciones seguían hablando de mi. El tiempo me seguía hablando de lo nuestro, y yo no pasaba las hojas del calendario, para que el tiempo se me dejara de escapar.
Di un salto y tiré del reloj. Cayeron las horas al suelo, se rompieron nuestros minutos. Se deshizo el miedo que tejimos y empezamos a cosernos el corazón.
No supe adaptarme a tú rabia, ni tu rabia a mis domingos y te olvidé en la boca del subte. Como se olvida lo que se cree un error.
Me tiré a dormir un par de meses. Al despertar me volvieron a hablar de vos.
Y entre más cervezas, cigarrillos y tormentas me recordaron que si hay algo más duro que tenerte cerca, es la triste estabilidad de sentirte lejos.

22 de agosto de 2015

Si te hacen mal, juro sería capaz de matar.
 Yo voy a estar, si vos me diste mil razones más!

21 de agosto de 2015

Me estás partiendo el cráneo. Te estás clavando en cada poro de mi piel. Lograste desplazar de mi mente a la única persona que, pensé, no iba a olvidar nunca. Y estás vos todo el tiempo. Me gustaría pedirte que me dejes un poco en paz, pero, personalmente, es todo lo que me das. Es todo lo que tenes. No puedo pensarte más, no me da el tiempo, ni el espacio, ni el corazón. Y ahí, siempre ahí, tu indiferencia.

1 de julio de 2015

PIEL CON PIEL (el corazón se me desarma)
me haces bien (enciendes luces en mi alma)

 CREO EN TI

24 de junio de 2015

Y vuelvo a escribir. Vuelvo a escribir porque me siento feliz. Feliz de amar. Amar todos los días. Amar de esta manera que, de una forma u otra, me mantiene de pie. Me levanto temprano de un salto para amarte. Camino y pienso en amarte. Y no quiero perder oportunidad de decirte que te amo. De una manera irracional. Porque pasan mil cosas, me hiciste sentir un millón de veces feliz y un millón de veces triste, y te amo igual. Con ganas. Fuerte. Te amo sonriendo. Te amo y no espero nada, porque no se si esto de amarte todo el día me daría tiempo de vivir con vos. Pero prefiero amarte. Y podes tratarme de la manera más cruel, o de la más linda, que yo voy a seguir amando así, y por eso digo que es irracional. Porque nadie lo entiende. Así lo elijo. Estoy amándote de la manera más pura y leal que conozco, y lo más lindo es que lo hago sin intenciones. Lo hago por que quiero. Por el simple hecho de que yo quiero amarte porque me hace sentir plena. Amo tu piel. Tu abrazo. Tu mente. Tu pecho. Tu voz. Amo tu cama. Amo mi cama si estás vos. Amo los fines de semana enteros bajo las sábanas frías. Amo las escapadas. Amo tu mano cuando aprieta la mía. Amo tus ataques de amarme todo el día. Amo tu forma de mirarme. Amo verte cuando no sabes que hacer y amo verte cuando tenes todo decidido. Amo tu firmeza y tu debilidad. Amo tu brutalidad y toda tu sexualidad. Amo mirarte. Por Dios, cómo amo mirarte!

19 de octubre de 2014

Yo no quiero ya verte tan triste...
Yo no quiero saber lo que hiciste...
Yo no quiero esta pena en mi corazón.