21 de agosto de 2015

Me estás partiendo el cráneo. Te estás clavando en cada poro de mi piel. Lograste desplazar de mi mente a la única persona que, pensé, no iba a olvidar nunca. Y estás vos todo el tiempo. Me gustaría pedirte que me dejes un poco en paz, pero, personalmente, es todo lo que me das. Es todo lo que tenes. No puedo pensarte más, no me da el tiempo, ni el espacio, ni el corazón. Y ahí, siempre ahí, tu indiferencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario