9 de junio de 2013

Saber que la puerta esta abierta, pero nos quedamos ahí.
Y nos quedamos porque el amor nos necesita y lo necesitamos, porque el encuentro de dos seres que se aman es el verdadero milagro, el más difícil, el más importante.
Hubiéramos podido cruzarnos por ahí sin vernos, mirando hacia otro lado, distraídos… O haber pasado a diferentes horas por el mismo lugar, o no haber pasado nunca… Y no nos hubiésemos encontrado.
Tuvo que haber un “algo”, un mandato divino, una muy bien estudiada casualidad, para que, entre los cientos millones de habitantes del mundo, vos y yo, coincidiéramos en el mismo lugar al mismo tiempo.
Y que vos supieras.
Y que yo supiera.
Para que alguna vez, los dos supiéramos…alguna vez, quizá, que hacer el amor es siempre un estreno, como enamorarse, y no es subir, volar a las estrellas, sino traerlas a nuestra tímida arquitectura de barro, a nuestra geografía imperfecta, para que las estrellas produzcan el luminoso incendio, el fuego purificador que transforma la carne en todo el cielo…

7 de junio de 2013

Primero quiero decirte que tenés suerte. Que no cualquiera tiene la suerte de chocarse a la misma hora y en el mismo lugar, con un hombre así. Yo la tuve, pero si vos estás leyendo esto, es porque ya se me terminó ese golpe de suerte. Y no me queda más que cederte mi lugar, y darte algunos consejitos. Jamás en la vida prendas la luz de la habitación si él recién se despierta. Nunca tires las aceitunas si no te gustan, a él le encantan. Siempre salí abrigada si no querés escuchar su sermón. Aunque... admito, es lindo escucharlo retarte. Le encantan los masajes, le fascinan y lo vuelven loco. De tanto en tanto le gusta viajar, y si es en avión, mejor. Le encanta viajar en avión, del lado de la ventana. Le gusta que le rasquen la cabeza cuando está acostado, pero... intentá no comerte las uñas porque no tiene sentido así. Todo lo que sea gracioso, compartilo con él, tiene una sonrisa inigualable y se vuelve un nene cuando se divierte. Le encanta el chocolate, pero le hace un poco mal. Y el capuccino. Pero más que nada el submarino. Su plato preferido son las milanesas, con lo que venga. Pero también le gusta que busques recetas de cosas no habituales, y le cocines. Le gustan las pelis de acción, tiros, autos, droga y ese tipo de cosas... se duerme con las de amor. Pero si te quiere, se la va a bancar. No habla mucho, siempre escucha lo que vos contás y saca temas a partir de eso. No es de sacar temas por sí sólo asi que dale un mano con eso. Le gustan los postres. Le encantan. Si pedís helado alguna vez, elegile los gustos más empalagosos, y melón o kiwi para cortar con lo dulce. Es muy particular con la ropa, le cuesta elegir sólo, siempre acompañalo. Le fascina McDonalds, y cada tanto le agarran antojos repentinos. Hace poco le empezó a gustar la entraña, es un corte de carne tierno y rico, le gusta jugoso. Y con papas fritas. No le gusta la cerveza, hacele fernet. Odia el cigarrillo, intentá no ser fumadora. Es fanático de los perros, pero sobre todo... de su perra. Es como la hija. Hablando de hijos, preparate porque quiere varios. Es divertido elegir los nombres antes de tiempo con él. Le encantan los nenes, ya lo vas a ver, y realmente, no creo que haya alguien que vaya a ser tan buen padre como él. No le gustan los fideos, menos que menos los largos. Prefiere la mandarina. O el durazno, pero... no hagas ruido cuando lo comes. Lo mismo va para cuando comes helado de palito. No lo soporta. Pero a veces es gracioso hacérselo un poco a propósito. Le gusta bañarse de a dos. Y charlar en la ducha. Le encanta escuchar música. Es DJ. Si tenés la plata y querés, comprale esos aparatos con parlantes grandes o una consola. O un bombo de cancha. O una bicimoto. Cumple el 29 de mayo. No le gusta mucho festejar. Insistile en que festeje, porque a fin de cuentas lo terminas viendo feliz. Le gusta el fútbol, es hincha de Quilmes. Fanático. También le gusta el rugby. Tiene un culo manzanita, y al principio vas a pensar que es gay por la voz. Le crece el pelo muy rápido, sobre todo la barba. Depilale las cejas cada tanto. De la intimidad no te voy a decir nada, prefiero guardarme eso. Le encanta ir al cine. Al teatro también. Tiene entradas, pero le quedan hermosas. Le encanta circo. También le gustaría ir a murga. Es muy familiero. Le hacés rabas y se vuelve loco. Le encantan. Podría estar diez horas hablandote de todo lo que le gusta. Y de lo que no el gusta también. Pero ya vas a ir aprendiendo sola. Querelo y que se sienta querido.


PD: un último detalle... está enamorado de mí.

3 de junio de 2013

Voy a ser igual que todos los días.
Y volveré a caer en la trampa mortal de los domingos de pelis flojas, en el placer inédito de los viernes fríos sin mantas o bajo ellas.
Voy a responderme otra vez con tus preguntas. Quiero bailes nuevos siempre atenta de tus manos, quiero el mar caliente y a tus pies dibujándolo.
Quiero olor a crema y arena, quiero el tacto de tú espalda. Quiero navidad sin prisas, ni regalos. Quiero tú colección de motivos para quererme tanto.
Quiero un salto kamikaze de mi cama a la tuya, quiero que me pintes las uñas. Quiero que me levantes por los aires, quiero que me subas a un avión. Quiero una bola del mundo, quiero que la hagas de verdad. Subirmos a ella y andar mientras nos reimos.
Besarnos en África y discutir como locos en Venezia.
Quiero una tarde de café y chocolate, quiero decirte que te amo con los dientes manchados y reír.
Quiero conocerte una vez más, chocarme con tus labios por primera vez.
Quiero que me hagas cosquillas y gritar como una niña mimada.
Quiero decirte en cualquier código que inventes, que te quiero como a lo absurdo y a lo inalcanzable.

Que quiero pasar este revoltijo de días tontos que nos quedan, contándonos mentiras a oscuras.
Si apareces en la puerta de mi casa, llorando, como un cantante de rock que en plena carretera se da cuenta de que sólo es un perro abandonado.  Y bajando la mirada, me pides de nuevo, casa y comida. Si me dejas ver que no ves cine en el resto de películas que te tiras, en ese caso; voy a tener que amueblar estos muros con tu ropa. Darte casa y comida hasta que me llene la boca.
Abrazarte y esperar que te largues a acostarte con otra con el amor hecho.

Lo que hay debajo de este vestido son mis normas.
Y puedes romperlas.

- El corazón déjalo donde estaba -