Creo en tu boca y en tus pies y en tus manos y en tus dedos. Creo en creerte porque a veces no es la fe la que me mueve, sino tus ojos.

Decime lo que sentís. Dejame escucharte. Dejame creer ¿hasta donde llega? ¿hasta donde va? Decime que es muy fuerte y que nos va a durar. Decime que aunque a veces cuestan tanto las palabras... decime que me llevas en la mente y en las ganas. Decime que va más allá de una adicción, de la piel, del corazón. Decime lo que sentís. Hablá con los ojos, hablá con la piel, hablá con las manos, ponelo en un papel. Decime lo que sentís cuando yo me voy, decime cómo dormís cuando yo no estoy. Decime que encontraste todo lo que un día buscabas. 

Decime que sentís lo mismo que yo.

Te voy a llenar los ojos de guirnaldas, y la boca de flores. Reuniré valor, y cumpliré promesas nunca dichas. Tendré un beso siempre, y un pensamiento para vos. Con una sonrisa frágil, vas a hacerme feliz. Vendrán días alegres y otros que no, y en el recuerdo quedará sólo lo bueno. Habitarán las palabras en el lugar donde un día mis dedos te acariciaron. Y hará frío o habrá niebla (o "bruma"), o el calor derretirá nuestros cuerpos abrazados, pero estaremos juntos! Porque ASÍ es el FUTURO. 

Soy la culpable si A TODA HORA ME VEN matando el tiempo para VOLVERTE A VER. 10.12.10♥

No puedo conseguir cambiar ni corregir lo que me corre en las venas.

Todo lo que amo, empieza y termina en la yema de tus dedos.

Conozco bien la silueta de tu cuerpo y el enigma que desprenden tus recuerdos. Todos tenemos un pasado del que huir corriendo y otro al que regresamos de puntillas a recoger nuestro presente. 

Y no tengo miedo ni del uno ni del otro. Ya corrí: ya devasté todo mi tiempo. Ahora vivo aquí, feliz, contigo.

Veo tus ojos que me miran y atraviesan, y que me hacen sentir tan insegura como a salvo, tan rota como tuya, tan nada. Y los deseo, y quiero estar frente a ti, y que me atraviese tu cristalino, tu córnea, tu instinto. 

Y toco tus manos y sé que el tacto que desprenden, algo seco, tiene mucho que ver con el invierno. Y que ese frío que te hiela solo existe cuando duermes. Que si estás despierto o triste, o desnudo, o que si me echas de menos, desaparece. Porque todo lo que amo, empieza y termina en la yema de tus dedos.

Y tus labios, esa boca, esa muerte y ese fuego. Ese mordisco incesante que me arranca el sentimiento más brutal desde que tengo, o imagino tener, uso de razón. 

Lo sabías, lo sabías, y ahora yo también lo sé:

 que la vida es, en gran parte, que tu estés aquí en la mía.

Hay algunas cosas que me atraviesan con desgarro. Como no poder volver a conocerte por primera vez, y titubear cuando diga tu nombre y me equivoque con el mío. Y me pongo a pensar, que no quiero en esta vida más que un sitio, pequeño y absurdo, para pasarla, toda, entera, CONTIGO.

Pasó tanto tiempo que ya no me acuerdo lo que era antes. Y hay veces, muy pocas veces, que me gustaría acordarme para ver como es que era para ver si lo quiero volver a ser. Pero me olvido la pequeña diferencia de que ahora llevo algo más conmigo. Llevo todo este amor, que es demasiado, me sobra por todos lados. Llevo un baúl de besos. Mil mañanas con tu abrazo. Una mochila llena de chocolates. Un sin fin de esfuerzos y cambios. Las cosas que dejé. Tus manos en mi espalda. Tus besos por mis piernas. Las cosas que aprendí con vos. Una valijita llena de "te extraño". Tu olor. Tu perfume. Tus jodas, tus risas y tus cargadas. Tus enojos, las pocas veces que te escuché gritar. Las cosas que nos dan vergüenza. Tus "buen día". Tu voz en el teléfono. Tus berrinches. Tu sonrisa. Todas las formas que tenés de sonreír. Tus formas de llamar mi atención. Algunos vacíos. Todos los días que me sentí plena. La felicidad. Algunas lágrimas. Una traición, un perdón y un cambio. Tanto amor. Lo que me diste. Lo que te dí. Y lo que me guardé porque no llegué a dártelo. Lo que escribí y no mandé. Lo que pensé y no dije. Las cosquillas. Las corridas por la casa. Tu forma de cuidarme. Los timbres que no toqué. Las veces que no llamé. Las cosas que no hicimos. La comida. Mucha mucha comida. Todo lo que aprendí a cocinar. Unos kilos de más. Los planes. Los hijos. La casa. Los perros. El auto. Las ganas. Tanto amor. 

Tantas caídas que me moldearon y me convirtieron en lo que soy hoy. Por ellas es que soy fría y desconfiada. Por ellas es que soy frágil e inestable. Por ellas lucho conmigo mismo todos los días de mi vida.
Certeza e incertidumbre. Confianza y desconfianza. Seguridad y miedo. Todos ellos coexisten acá. Pero hay un sentimiento que es más fuerte que el resto, y por eso sigo acá. No tengo idea de cómo llegué, pero

acá estoy.

Diciembre. Ahí te encontré, un héroe de otoño, un soñador entre los locos; me dices "te veo en Diciembre, ya volveré el año que viene".

Y si ayer dije blanco y mañana de un salto me paso a lo negro no lo veas extraño, aún ando buscando dónde me quedo.

Suena como un crimen lo que tu me has hecho. 

Te estoy pensando. Por dios, te estoy pensando. -Cuando creía que no iba a pensar más- Bajo este cielo de estrellas yo te ví en todas ellas, y se arregló mi apagón sentimental. Y te estoy soñando. Por Dios, te estoy soñando. -Cuando creía que no iba a dormir más- Me sacaste la pelota, desde el banco pienso más. Y estás jugando. Por Dios, ¿me estás jugando? Estoy más vieja y ya no quiero jugar. Y sos tan hermoso, por Dios, sos tan hermoso (que ya no hay cosa que se te pueda comparar)


10.12.10 Vos, yo, y el mundo que formaste en mí. Para siempre, amame para siempre.

Llevar este anillo con tanto amor. Mirarlo y verte a vos. Saber que no me lo quiero sacar nunca.

La vida es corta. Rompe las reglas. Perdona rápido. Besa lentamente. Ama verdaderamente. Ríe incontrolablemente.


 Y NUNCA te arrepientas de nada que te haya hecho sonreír.

La Luna está cediendo paso al Sol. Y Venus se despide hasta mañana. El mar sigue rompiendo junto a la playa. Y ha vuelto a pasar otro día sin ti. ¿Qué ciudad se te quedó en el corazón? ¿Qué canción estás a punto de tararear? ¿Qué verdad te ha quedado por buscar? ¿Qué sientes tu tan cerca del final?
Seguirá pasando la Luna por tu ventana. Seguirán pasando las cosas sin ti. Y verás desde tu escaparate lo que fue de mí.

Seguirán pasando los trenes por tu estación-

Esta niña no ha roto nada, y en la vida mi amor, ESTO NO ES LO QUIERO. Quiero que no me rompan las ilusiones, quiero quedarme tranquila durmiendo en tu almohada, y no ver después que no sirvió de nada. Yo que te he prometido toda la vida, yo que he esperado tanto a que llegaras, y ahora siempre te miro de afuera como si yo no estuviera. 

Para hacerme feliz hay que estar muy loco por mí. 

Delirium trémens por vos, mi amor.

Prometo ayudarte a amar la vida. Siempre abrazarte con ternura y tener la paciencia que el amor exige. Hablar cuando se necesitan palabras, y compartir el silencio cuando no. Vivir dentro del calor de tu corazón y siempre llamarlo MI HOGAR. Prometo amarte apasionadamente, en todas las formas ahora y para siempre, prometo nunca olvidar que este es un amor para toda la vida y saber siempre en lo profundo de mi alma, que no importa que nos pueda separar, siempre encontraremos el camino de regreso al otro.

Te amo de manera loca, inexplicable, inmensa, eterna, enferma, y descabellada.

Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma, y uno aprende que el amor no significa acostarse y una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender...

Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.

Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calor del sol quema. Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores. Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno es realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende.